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Cómo definir tus objetivos: «traductor hoja» o «traductor dardo»

objetivos traductor

Hay profesionales que prefieren dejarse llevar por las circunstancias y se limitan a reaccionar cuando las cosas pasan. Son «profesionales hoja», viven como las hojas que caen de los árboles y se dejan llevar por el viento moviéndose de un lado a otro sin apenas hacer un esfuerzo por controlar a dónde van. Luego están los «profesionales dardo», son aquellos que se detienen a fijar sus objetivos con la intención de ajustar mejor sus esfuerzos para alcanzarlos. Al terminar de leer esta entrada sabrás si quieres ser una hoja a merced del viento o prefieres convertirte en un dardo con las cosas claras.

MOVIMIENTO NO IMPLICA PROGRESO

Si miras a tu alrededor posiblemente te encuentres con personas que da la impresión de que están progresando en su carrera, que siempre están ocupados porque están avanzando hacia un destino que se han propuesto y que lo están consiguiendo poco a poco y con esfuerzo. Solo a veces es cierto. En la mayoría de los casos esas personas solo se están moviendo fastuosamente por un motivo: parecer desocupado no está bien visto en esta sociedad.

También te encontrarás con personas que realmente tienen éxito, no se mueven sin sentido sino que avanzan hacia sus metas: progresan. Sin duda alguna, estas personas se han parado a definir sus objetivos y realizan tareas o actividades que les ayudan a conseguirlos, gestionan sus propias herramientas (formación, experiencia, tiempo, recursos, etc.) de manera que les resulta más sencillo que al resto.

VIVIR SIN OBJETIVOS ES VIVIR SIN RUMBO

Detrás de toda acción siempre hay una intención. Cuando comes algo es que tienes la intención de saciar tu apetito o tu ansiedad. Cuando envías un currículum a una empresa es porque tienes la intención de trabajar o necesitas dinero o quieres ampliar tu cartera de clientes.  Pero…:

¿Por qué envías tu currículum a esa empresa y no a la otra?

¿Por qué eliges la letra Verdana en vez de Arial para tu currículum?

¿Por qué pones esa foto en tu perfil de Twitter en vez de aquella?

¿Por qué pones eso en tu web en vez de lo otro?

… ¿Sigo? ¿Podrías responderme?

Todo cobra sentido cuando sabemos por qué estamos haciendo algo, cuando somos conscientes de cuál es nuestro objetivo. De nada sirve estar en las redes sociales, hacer networking, enviar currículos, tener una web, escribir un blog, ni apuntarse a clases de japonés si no sabes para qué lo haces.

DESEAR ALGO SOLO AYUDA A CONSEGUIRLO

Seguramente más de una vez te has propuesto un objetivo y no lo has alcanzado…

«Quiero poder vivir de lo que me gusta»

«Quiero tener más clientes»

«Quiero tener mi propia web»

…y posiblemente te has desilusionado. Olvídalo, no te preocupes. No era un objetivo, era solo un deseo. Los objetivos no solo se formulan, se trazan acciones concretas para alcanzarlos. Los deseos ayudan a conseguirlos porque desear algo es el principio de todo. Ponte manos a la obra hoy mismo, no hay que rendirse a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Veamos cómo convertir nuestros deseos en objetivos alcanzables.

CLAVES PARA DEFINIR TUS OBJETIVOS

Para fijar tus objetivos es imprescindible que estos:

Sean precisos. Es muy importante que el objetivo sea muy concreto. No te propongas simplemente conseguir más clientes, especifica cuántos clientes nuevos quieres o quiénes son esos clientes (agencias, clientes directos, nacionales, extranjeros, etc.) y a qué se dedican (audiovisual, jurídico, científico, etc.).

Sean medibles. Tienes que saber cómo vas a ir midiendo su consecución. Tiene que existir un indicador de medición. Si te propones conseguir tres nuevos clientes el indicador es el número de clientes. Así podrás saber cuándo has conseguido tu objetivo.

Tengan un plazo. No puedes fijar un objetivo sin darte un plazo para alcanzarlo. Si quieres tres nuevos clientes especifica el plazo exacto del que dispones para conseguirlo. Por ejemplo, quieres tres nuevos clientes en dos meses. Si no tenemos un plazo no vamos a esforzarnos en absoluto.

Estén escritos. De nada sirve si no está escrito porque tendemos siempre a olvidar lo que nos proponemos si no lo tenemos delante o no nos lo recuerdan. Escríbelo todo, puedes utilizar una tabla como esta y tenerla siempre a mano:

OBJETIVO

INDICADOR

PLAZO

Todos queremos 100 clientes directos nuevos en un día pero siempre tenemos que ser conscientes de la realidad o, al menos, de la posibilidad de conseguir un objetivo. Intenta que sean objetivos posibles, que sean pocos y relevantes, para que no pierdas la motivación. Podemos permitirnos el lujo de ser un poco ambiciosos, pero no pretendamos empezar la casa por el tejado ya que puede llegar a ser frustrante. Ve poco a poco y haciendo las cosas bien. Practica con unos, aprende a gestionar tus herramientas para conseguirlos y sigue después con otros.

PLANIFICACIÓN DE OBJETIVOS

Ahora que has definido tus objetivos profesionales tienes que desglosarlos en tareas o acciones igual de bien definidas para ir avanzando en su consecución. En definitiva, seguir un orden y planificación. Por ejemplo:

Objetivo: conseguir 3 clientes nuevos de España que se dediquen al desarrollo de aplicaciones móviles en un plazo de dos meses.

Tarea 1: crear una base de datos de al menos 100 empresas españolas que se dediquen al desarrollo de aplicaciones móviles en el plazo de dos semanas.

Tarea 2: investigar cada una de estas empresas e identificar a la persona responsable de la contratación de proveedores externos hacia la que dirigir mis esfuerzos en un plazo de dos semanas.

Tarea 3: diseñar una página de aterrizaje en mi web especialmente dirigida a este tipo de clientes con una promoción especial para ellos en un plazo de una semana.

Tarea 4: redactar un mensaje de correo electrónico que capte la atención de este tipo de cliente con un enlace a la página de aterrizaje en un plazo de una semana.

Tarea 5: enviar ese mensaje a las 100 empresas en el plazo de dos días.

Tarea 7: buscar a esas empresas en las redes sociales y analizar su actividad en el plazo de una semana para seguir a las empresas que nos parecen más interesantes.

Tarea 8: analizar las respuestas que recibimos durante la última semana.

Podremos medir si finalmente hemos alcanzado este objetivo gracias al indicador (3 clientes) y al plazo (dos meses). Si no conseguimos este objetivo tenemos que replantearlo, para ello tendríamos que analizar la efectividad de cada una de las tareas que planificamos (el mensaje que redactamos, la página de aterrizaje que hemos creado, etc.) y, si es necesario, replantearlas de otra manera. En cualquier caso, lo importante es no desistir en la consecución de nuestros objetivos sino seguir intentándolo utilizando otras estrategias o cambiando la definición del propio objetivo (ese cliente en otro país, por ejemplo).

La idea que tiene que quedar clara es que no podemos navegar sin rumbo, no sirve de nada andar y andar si no sabemos dónde queremos llegar. A veces estamos tan enfrascados en conseguir algo que se nos olvida por qué queremos conseguirlo. Conociendo nuestros objetivos podremos plantear todo lo demás. Tienes que convertirte en un «profesional dardo» y apuntar a una diana: ¿cuál es la tuya?

Y tú… ¿eres un «traductor hoja» o un «traductor dardo»? ¿Tienes tus objetivos bien definidos?

Cómo definir tus objetivos: «traductor hoja» o «traductor dardo»

By Elena Fernández Visit author's website

Traductora, empresaria y emprendedora. Este blog es mi ventana al mundo y espero que la ventana para aquellos que deseen emprender y mantenerse en el sector de la traducción y la interpretación por cuenta propia.