Suelo preguntar a mis alumnos qué es para ellos tener una marca personal y me sorprendo cuando la respuesta es casi siempre la misma: «Tener un logo atractivo, cuidar los colores y usar un nombre comercial». Contar con una marca personal NO consiste solamente en tener un logo, elegir los colores y usar un nombre comercial para vender tus servicios, es mucho más que eso. ¿Analizamos por qué?
QUÉ ES LA MARCA PERSONAL
La marca personal es el resultado de una mezcla entre:
- Lo que tú eres (tu identidad)
- Lo que los demás perciben de ti (tu imagen)
- Lo que te hace diferente de los demás (tu ventaja competitiva)
Lo que tú eres: tú tienes que saber quién eres, qué haces, por qué lo haces, cómo lo haces, cuándo lo haces… y saber cómo comunicas toda esa información a los demás.
Lo que los demás perciben de ti: la marca se forma en la mente de las personas, la percepción de una marca es su atributo más característico. Si piensas en dos marcas conocidas ahora mismo sabrás calificarlas con un adjetivo del tipo «seria», «elegante», «amistosa», «moderna», «humana», etc. Incluso te pueden sugerir estilos de vida, producir emociones o animar a hacer cosas.
Lo que te hace diferente de los demás: esto podemos definirlo como tu propuesta única de valor tanto a nivel personal como profesional. ¿Qué te diferencia de otro traductor que ofrece lo mismo que tú? ¿Por qué tú eres la mejor opción?
¿POR QUÉ CREAR UNA MARCA PERSONAL?
Es imposible pensar una estrategia de marketing sin contar con una marca personal, es decir, sin tener clara nuestra identidad y lo que queremos transmitir y cómo lo vamos a transmitir. Digamos que el valor de tu marca es la promesa que tus servicios ofrecen si te contratan como traductor. Luego, obviamente, debe corresponder con la realidad (con tu imagen) para no defraudar ni engañar al usuario final.
Si comenzamos a vendernos en Internet, a ofrecer nuestros servicios a diestro y siniestro, a crear una página web e imprimir 300 tarjetas de visita, etc., sin haber trabajando antes en nuestra marca personal, estamos condenados a tener que volver atrás en algún momento a definir nuestros valores, nuestra misión y nuestros objetivos.
Haz la prueba: imagina que tienes que contratar a un traductor de aplicaciones móviles, busca al menos 2 páginas de traductores profesionales que se dediquen a ello y dedica al menos 2 minutos a observarlas, a hacer clic en todos los enlaces y a analizarlas. En menos de lo que canta un gallo ya tendrás una sensación, tu mente tendrá una percepción de ese profesional, te habrá provocado (en el mejor o peor de los casos) una emoción. Si sigues indagando y le escribes un correo o le llamas por teléfono, tu percepción irá cambiando (mejorando o empeorando) y si empiezas a mantener una relación profesional con esa persona, podrás comprobar si tu primera impresión era acertada o equivocada. Si acertaste significa que ese traductor ha trabajado su marca prometiendo unos resultados y ha conseguido ofrecer lo que prometía desde un principio.
CÓMO TRABAJO EN MI MARCA PERSONAL COMO TRADUCTOR
Para empezar a trabajar en tu marca personal como traductor primero tienes que reflexionar sobre las siguientes preguntas clásicas del branding:
- ¿Quién eres? ¿Cuáles son tus habilidades y pasiones?
- ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus objetivos?
- ¿Qué formación tienes? ¿Qué experiencia tienes?
- ¿Qué servicios ofreces? ¿Cuál es tu especialidad?
- ¿Quiénes son tus clientes? ¿Qué problemas resuelves?
- ¿Quién compite contigo? ¿Quién puede colaborar contigo?
- ¿Qué te hace diferente de tu competencia? ¿Qué te hace especial?
- ¿Cómo publicitas lo que ofreces? ¿Qué canales utilizas?
- ¿Qué dice de ti Internet? ¿Qué dicen de ti en Internet?
- ¿Qué dicen tus clientes de ti? ¿Y tus colegas, amigos, etc.?
- ¿Con qué profesionales te relacionas? ¿Qué contactos tienes?
- ¿Sabes gestionar el cambio? ¿Tienes proyectos de mejora?
Una vez que has reflexionado sobre estas preguntas puedes emplear diferentes medios y estrategias para mostrar tus respuestas a través de tu marca:
- Con un logotipo
- Con un nombre comercial
- Con un eslogan
- Con unos colores
- Con el diseño de una página web
- Con la redacción de tus correos, textos, etc.
- Con tu documentación corporativa (dosieres, presupuestos, facturas, etc.)
- Con el diseño de tarjetas de visita y folletos
- Con las redes sociales y portales profesionales online
- Con las relaciones profesionales y personales
- Con acciones de marketing y de publicidad concretas
- Etc.
Seguiremos trabajando en la creación de tu marca en próximas entradas… De momento te animo a reflexionar (y trabajar) sobre las cuestiones planteadas.
Y tú… ¿cuentas ya con una marca personal? En cualquier caso, si tienes alguna pregunta compártela en los comentarios. ¡Gracias!